Un solo turno
octubre 16, 2013

La idea es singular y atractiva: aventuras conversacionales en las que el jugador solo puede ejecutar una acción y observar las consecuencias que se derivan de ella. No hay introducción ni desenlace, únicamente un fragmento entresacado de una historia mayor.

¿Suena interesante? Es la premisa de Aisle y de Rematch. La primera ya la conocía y es una de mis aventuras favoritas. La segunda... me ha decepcionado, quizá porque esperaba otra cosa.

Pese a que ambas comparten premisa, argumentalmente están situadas en polos opuestos.

Aisle es una exploración narrativa. No hay objetivo alguno. Funciona porque cada turno permite conocer algún detalle más sobre los personajes y su situación actual. Es como escoger al azar una página de un libro cerrado del que apenas recuerdas la sinopsis. Sin entrar en spoilers, es además una historia cercana con la que cualquiera puede identificarse.

Rematch es un puzle gigante con muchas partes móviles, un engranaje diseñado para ser descubierto a partir de la observación de cada elemento. El caso es que a pesar de lo ingenioso del puzle, al jugar tengo la sensación de que le falta algo. La necesidad de resolverlo inmediatamente le resta protagonismo a unos personajes que de por si no son muy carismáticos. El resultado de la mayoría de las acciones (hasta dar con la solución) es frustrante y repetitivo. El puzle es tan complejo, que el parser se ha extendido con construcciones nuevas para poder expresar la solución.

Una pena.